Se cierra un primer semestre académico, y nos llena de satisfacción todo lo que hemos logrado.
A diferencia del 2020, estuvimos más preparados, ya no nos tomó por sorpresa la virtualidad. Tuvimos la oportunidad de repetir los aciertos y de superar aquellos obstáculos propios que trajo aparejado el repentino cambio de modalidad de cursada y de trabajo. Tomamos las enseñanzas y aprendimos de las experiencias de todos y todas.
Aparecieron los turnos, protocolos, donde el mate quedó en casa y las charlas pasaron a ser cortitas y a una distancia mínima de dos metros entre compañeros/as, cuando tocaba las tan ansiadas prácticas de laboratorio, que por suerte ¡volvieron!
No fue fácil, se extraña el aula, esos intercambios tan ricos que solo los da la presencialidad, pero sabemos del gran ingenio y creatividad de nuestros/as docentes, quienes innovaron en sus clases buscando alternativas pedagógicas que no impliquen solo la transferencia de conocimientos, sino también una construcción colectiva de éste, invitándolos a creer en sí mismos y en todo lo que son capaces de hacer y alcanzar.
A nuestros/as estudiantes, conocemos del gran esfuerzo que realizaron, no es sencillo cuando el aula es su hogar y los trabajos en grupo se realizan a través de plataformas virtuales. En este sentido, es importante agradecerles el compromiso y empeño en realizar sus estudios universitarios, en no bajar los brazos y aceptar el acompañamiento continuo que les brinda esta institución.
La nuevas modalidades y procedimientos también conllevaron un gran trabajo para todo el personal de la Facultad. A pesar de ello, siempre están allí, presentes, predispuestos, con el profesionalismo y amabilidad que los caracteriza.
Directores de carrera, docentes, estudiantes, equipo de gestión, administrativo y de servicios de la FCyT Sede Concepción del Uruguay, gracias, gracias por el compromiso, por la responsabilidad, por dar más de lo que deben, por defender esta casa, por apostar a la universidad pública y gratuita.